La adolescencia es un periodo de la vida que transcurre entre la infancia y la edad adulta.
Lo que caracteriza fundamentalmente a este periodo son los profundos cambios físicos, psicológicos, sexuales y sociales que tienen lugar en esos años.
Es imposible establecer la franja exacta de edad en la que transcurre la adolescencia pero la Organización Mundial de la Salud considera que esta etapa va desde los 10 a los 19 años.
Etapa difícil
Todos esos cambios que viven los adolescentes hacen que en muchos casos sea un periodo difícil tanto para ellos como para sus familias. Pero a la vez es una etapa apasionante. El que antes era un niño ahora está madurando para convertirse en un adulto. Está descubriendo el mundo del que forma parte. Los que están cerca del adolescente, sobre todo sus padres, vivirán todos esos cambios con cierta inquietud pero deben saber que ellos pueden hacer mucho para que todo vaya bien.
Necesidad de información
Por eso es muy importante que los padres de los adolescentes tengan toda la información posible sobre esta etapa y que se preparen para ella. Es bueno que antes de que llegue sepan ya en qué consistirá y lo que va a ocurrirle a su hijo o hija adolescente. Está claro que no todas las adolescencias son iguales pero hay algunos cambios físicos y psicológicos que provocan reacciones muy similares en la mayoría de los adolescentes.
Cambios físicos
Los principales cambios físicos de la adolescencia son, por una parte, cambios en el aparato reproductor, en las mamas de las niñas y en los genitales de los niños; la aparición de vello corporal y un periódo de crecimiento rápido que dura entre 3 y 4 años.
Cambios sexuales
La primera etapa de la adolescencia se conoce también como pubertad. Es en este periodo cuando se produce la diferenciación entre el organismo femenino y el masculino. Además la pubertad se inicia en las niñas con la menstruación y, por lo tanto, con el comienzo de la posibilidad de reproducción sexual.
Cambios psicológicos
La adolescencia es un periodo en el que se producen muchos cambios hormonales en el organismo. Esos cambios hormonales son los que provocan la transformación física en el cuerpo de los adolescentes pero también sus alteraciones emocionales.
Los adolescentes pasan de la alegría a la melancolía con asombrosa rapidez. En un minuto se comportan como los niños que eran hace nada y al segundo siguiente adoptan posturas mucho más cercanas a la madurez. Esa es una de las características más habituales de la adolescencia. Y en general no tiene ninguna importancia aunque es bueno vigilar si los periodos de tristeza fueran muy prologados o la melancolía excesiva que podrían indicarnos la existencia de problemas psicológicos.
Atención de los padres
Todos esos vaivenes emocionales provocan en muchos adolescentes un cambio en la forma de demostrar el afecto. Muchos de ellos rechazan los besos y los abrazos, a veces con cajas destempladas. Pero los padres deben saber que no es su amor lo que están rechazando sino la forma en la que este se ha demostrado hasta ahora. Es muy importante entender que los adolescentes siguen necesitando todo nuestro cariño como lo requerían de niños.
Cambios sociales
Otro de los cambios fundamentales de la adolescencia es la importancia que adquieren los amigos. Nuestros hijos adolescentes necesitan formar parte de un grupo de iguales para ir construyendo su propia identidad. Comenzarán a pasar mucho más tiempo con ellos y menos con su familia, pero esa es también una forma de irse preparando para el futuro. Como en el resto de las transformaciones que tienen lugar en la adolescencia, los padres deben estar atentos a esta y saber muy bien quiénes son los amigos de sus hijos.
Guías firmes pero sin autoritarismo
Nuestros adolescentes necesitan en esta época de su vida, quizá más que nunca, que sus padres estén pendientes de ellos, que les impongan normas justas para que su vida se desarrolle plena y saludablemente. Pero también necesitan ir ganando cierta independencia y responsabilidad. Por eso los padres de los adolescentes deben alejarse de los extremos autoritarios aunque eso no quiera decir que dejen a sus hijos incumplir las normas impuestas.
Habla con ellos
La única manera que existe de que esto sea posible es mantener una comunicación fluida con nuestros adolescentes. Los padres de los adolescentes que hablan con ellos de todo lo que les ocurre, de sus problemas, de sus miedos, de su sexualidad o de sus preocupaciones consiguen que sus hijos sean más felices y se adapten mejor a los cambios que están viviendo.
La importancia de la amistad en la adolescencia
El grupo ayuda a formar la propia identidad
La aparición de fuertes relaciones de amistad es una de las características más importantes de la adolescencia. Con frecuencia los padres de adolescentes viven con tristeza lo que en apariencia es un alejamiento de sus hijos pero esto no es así. Entender las claves de lo que significa el grupo de amigos para nuestros hijos adolescentes nos servirá a los padres para apoyar a los adolescentes en su crecimiento y para aceptar que nuestros hijos se van convirtiendo en adultos.
Con el comienzo de la adolescencia, muchos chicos y chicas empiezan a preferir pasar más tiempo con sus amigos que con su familia. Y aunque algunos padres lo viven con tristeza deben entender que este es un proceso perfectamente natural que hará que nuestros hijos crezcan saludables. Es más, los adolescentes sin amigos suelen ser más solitarios e infelices y tienen mayores dificultades para pasar esta etapa.
¿Que obtienen los adolescentes de su grupo de amigos?
La búsqueda de la propia identidad. El inicio de la pubertad con el que comienza la adolescencia es también el momento en el que los seres humanos empiezan a buscar su propia identidad. Ya no son niños pero aún no son adultos. La familia que hasta hace nada era todo su mundo ahora se queda pequeña, necesitan salir al exterior, establecer nuevos contactos, crear redes de amigos, descubrir el mundo y su lugar en él. Y para eso es fundamental el grupo de amigos.
Un grupo de semejantes. Los adolescentes suelen construir su grupo de amigos con chicos y chicas parecidos a ellos. Con las mismas aficiones, el mismo gusto por cierta ropa, iguales intereses, etc… Con adolescentes semejantes a ellos se encuentran cómodos y con ellos establecen sus relaciones de confianza y lealtad. Con ellos pueden hablar de todo lo que les pasa porque a ellos les están ocurriendo las mismas cosas. Sólo eso ya sería beneficioso para nuestros hijos porque gracias a sus amigos entienden que el proceso por el que ellos están pasando es natural y le ocurre a todo el mundo.
Aceptación. Pero además, en medio de los cambios que experimentan los adolescentes no es importante solo saber que también a los otros les ocurren las mismas cosas, es fundamental ser aceptado como uno es. Y eso también lo proporciona el grupo de amigos.
Independencia. Con frecuencia los padres se quejan de que sus hijos se limitan a seguir a sus amigos y son iguales a ellos en todo. Generalmente eso no es exactamente así. Como el grupo se forma entre iguales, todos ellos siguen lo que hacen los demás. Pero lo más importante es que aunque a nosotros nos parezca que son todos iguales, ellos están aprovechando su pertenencia al grupo para crear su identidad propia. La de un chico o chica que se encamina hacia el mundo de los adultos. Y aunque nos duela, hay una parte de ese proceso que es necesario que ellos hagan fuera de la familia.
¿Qué deben hacer los padres en relación con los amigos de sus hijos?
Conocerlos. Los padres de adolescentes deben conocer a los amigos de sus hijos. Como la influencia del grupo suele ser muy grande durante la adolescencia, cuanto mejor conozcas al grupo con el que sale tu hija o hijo adolescente será más fácil que evites que aparezcan problemas.
Evitar los problemas. Es bueno que los padres de adolescentes estén atentos a las influencias del grupo sobre sus hijos. Lo habitual es que estas se limiten a cuestiones poco importantes como la forma de vestir, la música que se escucha o las aficiones que se practican. Pero puede ser que en algunos casos los chicos y chicas se dejen influir en cosas negativas como el consumo de drogas y alcohol u otras actividades delictivas o peligrosas. En ese caso, los padres deben intervenir inmediatamente. Y casi siempre es beneficioso buscar la ayuda de algún experto que los oriente. Los consejeros de la propia escuela de nuestros hijos o alguna de las múltiples asociaciones que existen dedicadas a proteger a la juventud de estos problemas podrán ayudarles. Pero en la mayoría de los casos, unos padres atentos a lo que hacen sus hijos y que mantienen con ellos una relación franca y de confianza podrán evitar esos graves problemas antes de que aparezcan o de que se conviertan en auténticas pesadillas.
¿Con quién se relacionan los adolescentes?
Los grupos de adolescentes están formados por chicos y chicas y aunque en general al principio de la adolescencia las relaciones más estrechas se forman entre ellos sin tener en cuenta el género, cuando va avanzando la adolescencia lo normal es que las chicas establezcan lazos más fuertes con otras chicas y los chicos con otros chicos. Pasado un tiempo, las cosas vuelven a cambiar y comienzan a entablarse relaciones entre ambos sexos que frecuentemente acaban con la formación de parejas.
Pero una cosa que deben tener en cuenta los padres es que aunque esa es la norma general, también puede ocurrir que su hija o hijo tengan a un adolescente del otro sexo como mejor amigo. Y eso no tiene nada de raro, es perfectamente normal y sano.
Un consejo para los padres es que estimulen las amistades de sus hijos adolescentes, que les enseñen a entablar relaciones sociales duraderas pero que siempre conozcan a esos amigos.
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