viernes, 18 de septiembre de 2015

"Todos estos años que Arquímedes estuvo libre vivimos con miedo"

Guillermo Manoukian, hermano de una de las víctimas del Clan Puccio, relata el capítulo más doloroso de su vida y el alivio de "no tener más al asesino suelto"; "Tenemos un monstruo menos en la Argentina", dice

Sol Amaya LA NACION LUNES 06 DE MAYO DE 2013 • 08:27

Durante 30 años convivió con el dolor por la pérdida de su hermano. Desde hace cinco años, vivía además atemorizado, sabiendo que el asesino estaba libre. Guillermo Manoukian, hermano de una de las víctimas del Clan Puccio , recibió con alivio la noticia de la muerte de Arquímedes , el tenebroso jefe de la familia que se dedicaba a los secuestros extorsivos seguidos de muerte.

"Todos estos años que Arquímedes estuvo libre vivimos con miedo", dice Manoukian a LA NACION. "Yo tenía temor por mí y por mi familia, de que esta gente nos hiciera daño", agrega.


Su hermano Ricardo tenía 23 años cuando cayó en las manos de la siniestra banda de secuestradores. El 22 de junio de 1982, volvía a almorzar a su casa luego del trabajo. En el camino fue interceptado por Alejandro Puccio, uno de los hijos de Arquímedes, jugador de rugby del Club Atlético San Isidro (CASI). Como lo conocía -tenían amigos en común y salían juntos los fines de semana- detuvo su auto. Alejandro y otros de los miembros del clan se subieron. Para cuando Ricardo entendió lo que sucedía, ya no había escapatoria.

Así era el modus operandi de los Puccio: interceptaban a personas conocidas en la calle, las llevaban a su casa en San Isidro, en donde tenían un sótano acondicionado a manera de celda. Los mantenían maniatados y encapuchados. Pedían rescate a las familias y, cuando lo cobraban, mataban a los secuestrados. Ricardo Manoukian fue la primera víctima: lo asesinaron de tres balazos en la cabeza en Escobar. A él le siguieron Eduardo Aulet y Emilio Naum.


"Siempre tuvimos la esperanza de recuperarlo con vida. Nos mandaban cartas en donde mi hermano decía que lo trataban bien, que le habían dado de comer arroz con pollo. Que nos quedáramos tranquilos, que hiciéramos todo lo que nos pedían porque lo iban a devolver", cuenta Manoukian. Pero el rescate de US$ 250.000 que pagaron no logró frenar el fatal destino que el Clan tenía planeado para su hermano.

El fin del Clan

Recién en 1985 salió a la luz la identidad de esta familia de secuestradores. El 23 de agosto de ese año, la policía ingresó a la vivienda ubicada en Martín y Omar al 500, en San Isidro, y logró rescatar con vida a Nélida Bollini de Prado, que hacía más de un mes estaba encerrada en el sótano de los Puccio. Alejandro y su novia estaban en la casa cuando llegó la policía. El resto del clan fue detenido cuando intentaba cobrar el rescate.

El rugbier intentó suicidarse cuando fue a declarar al Palacio de Justicia, tirándose del quinto piso del edificio. Sobrevivió y fue condenado a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado. Fue liberado en abril de 1997, por la ley del 2x1. Volvió a ser detenido a fines de los 90 porque la Justicia entendió que su liberación no había sido correcta. Finalmente, falleció en 2008 .

Arquímedes, el líder del clan, también fue condenado a reclusión perpetua más accesoria por tiempo indeterminado. Estuvo en prisión durante 23 años, hasta que la Justicia determinó que por el régimen del 2x1 debían computársele 53 años y ocho meses de prisión. Por ese motivo, fue beneficiado con la libertad condicional . Desde entonces, vivió en la casa de un pastor evangelista, en General Pico, provincia de La Pampa. El pasado viernes, a los 84 años, falleció.

Cerrar un capítulo

Guillermo Manoukian se enteró de la muerte del siniestro jefe de los secuestradores por el noticiero. Sintió que finalmente podría dejar de preguntarse si Arquímedes buscaría lastimar a su familia.

"Desde el punto de vista personal, la muerte de Arquímedes es una tranquilidad", dice Guillermo. Y concluye: "Tenemos un monstruo menos en la Argentina".

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